¡Algo está pasando en Madrid! Llevábamos varios día viendo las obras en el 74 de Fuencarral y al fin ha cobrado vida. Santita irrumpe en la capital española para dejar huella y posicionarse como el restaurante mexicano que ofrece un punto diferenciador: la cocina al carbón. El humo invade los platos en este enclave de la calle Fuencarral, otorgándoles un sabor único e innovador en las recetas del país azteca.
Más allá de las botanas y de los tacos, Santita apuesta por la verdadera cocina tradicional mexicana, esa que proviene de los pueblos más pequeños y de las comunidades indígenas, donde utilizaban el humo como su ingrediente principal. Además, se otorga gran importancia a los platos de mar, acercándose al auténtico sabor de México, pues se trata de un país rodeado de océanos.
Detrás de esta innovación se encuentra la chef mexicana Andrea Eloisa García, que llegó a España hace dos años después de trabajar en los restaurantes San Ángel Inn y Azul y Oro y, con el respaldo del cocinero Carlos Núñez, ha logrado aportar una interpretación propia a la cocina tradicional mexicana. La chef conquista los sabores de su país de origen, con ingredientes de España y del resto del mundo, especialmente de Asia por sus años vividos en Hong Kong.
Todas las recetas de Santita tienen un punto en común, como explica Andrea, «son caseras, tradicionales y recuerdan a la comida de mamá». Su reto consiste en empezar de cero un restaurante con productos de primera calidad y llevar esa cocina mexicana a la modernidad.
Una cocina iberomexicana con productos de primera calidad en Santita
En su carta, diseñada para compartir y disfrutar, encontramos guacamoles elaborados diariamente en tres versiones – tradicional, costero y ranchero -, tostadas de tinga de pollo y de atún, el típico aguachile Tulum, costras y tacos. Los productos mexicanos – el chile seco, la tortilla de maíz, el nopal o el aguacate de Michoacán – se combinan con ingredientes ibéricos en platos como, por ejemplo, los tacos de mollejas.
Igualmente destacan platos al carbón como el pollo zarandeado o la legendaria receta maya, el ti-kin-xic de corvina, que en maya significa “alas extendidas”. Y sin olvidar el plato emblemático del restaurante, el machete del Matarife. Costilla de ternera adobada y al vacío, cocinada al horno y terminada en el carbón con salsa ahumada.
Los postres de Santita también son todos caseros. Crepas de cajeta artesanal, elaborada con leche de cabra y vainilla natural; La Definitiva, la mejor versión de la tarta de queso casera o El Imposible, un pastel de chocolate con caramelo salado.
Por último, Santita cuenta con una carta de bebidas compuesta por Micheladas, Tequilas y Mezcales y, por supuesto, los cócteles de Angelita elaborados por Mario Villalón. El barman, dos veces campeón de coctelería en España, introduce ingredientes asiáticos en la coctelería tradicional mexicana.
Precio medio: 20€
Dirección: Fuencarral, 74 <M> Tribunal